Legalizar la declaración jurada de beneficiarios del seguro de vida ley ante notario
¿Sabías que un simple trámite notarial puede ahorrarte —y a tu empresa— problemas legales y multas que superan varias UIT? Hablamos de la declaración jurada de beneficiarios del Seguro de Vida Ley, un documento pequeño, pero con un enorme impacto si algo llegara a pasar.

El Deber del Trabajador: Legalizar su Declaración Jurada
Uno de los pasos más importantes —y que muchos olvidan— es legalizar la declaración jurada de beneficiarios.
Este documento define quiénes recibirán la indemnización si el trabajador fallece o queda inválido. Y lo más importante: es responsabilidad del propio trabajador hacerlo formalmente ante notario, tal como lo indica el artículo 6 del D. Leg. 688.

👉 Paso a paso para hacerlo bien

- Descarga y llena el formato: Usa el formato oficial de “Declaración Jurada de Beneficiarios” y complétalo con tus datos actualizados (estado civil, hijos, etc.). Descargar formato
- El paso clave: legalízalo en notaría: Acércate a la notaría de tu preferencia y legaliza tu firma en el documento. Este paso es obligatorio y da validez legal al trámite.
- Entrégalo a tu empleador: Lleva el documento legalizado en físico al área de Recursos Humanos o a la asistenta social de tu empresa.

💡 ¿Por qué es tan importante legalizarlo?
Si ocurre un siniestro (accidente o fallecimiento), la declaración jurada legalizada evita trámites largos como la sucesión intestada.
Gracias a este documento, los beneficiarios pueden recibir el seguro lo antes posible, sin demoras ni papeleos judiciales.

⚠️ ¿Qué pasa si no lo haces?
Si el trabajador no presenta la declaración jurada legalizada, el empleador puede aplicar sanciones internas (como amonestaciones o suspensiones), porque es un deber legal. Así que, si aún no lo has hecho, hazlo cuanto antes, incluso si tienes papeletas o deudas pendientes.

El Riesgo del Empleador: Multas y Sanciones de SUNAFIL
Aunque el trabajador debe legalizar su declaración, la responsabilidad final recae sobre el empleador. Si la empresa no cuenta con el documento legalizado en los legajos, se expone a fuertes multas y hasta a cubrir con su propio dinero las indemnizaciones del seguro.
En caso de accidente o fallecimiento de un trabajador
Si el empleador no contrató correctamente el seguro, o no gestionó bien la documentación, y el trabajador sufre un accidente o muere, la empresa deberá asumir toda la indemnización (16 o 32 sueldos), además de enfrentar sanciones administrativas. Una carga económica que fácilmente puede convertirse en una crisis financiera..
- En caso de testamento solo puede pagar como beneficiarios a las personas mencionadas en el Art. 1 de la Ley (Cónyuge/Conviviente, Descendientes, Ascendientes, Hermanos menores de 18 años).
- La compañía de seguros paga el monto asegurado a quienes figuran en estos documentos y queda libre de responsabilidad incluso si luego aparecen otros beneficiarios con derecho. Sin embargo, los beneficiarios que ya cobraron son responsables solidarios de pagar la parte que corresponda a los nuevos beneficiarios legítimos.

Multas por infracciones laborales (SUNAFIL)
Durante una fiscalización, SUNAFIL puede multar al empleador por cada incumplimiento relacionado con el Seguro de Vida Ley. Cada infracción puede superar los S/ 11,000, y se acumulan rápidamente.
Faltas comunes son:
- No contratar el seguro.
- No registrar al trabajador en la web del Ministerio de Trabajo.
- No contar con la declaración jurada legalizada.
- No entregar documentos dentro de los plazos.
Recomendación para Empresas y Trabajadores
- Empleadores:Asegúrense de contratar la póliza desde el primer día y de exigir la declaración jurada legalizada a cada trabajador. Además, es recomendable contar con un asesor laboral que revise periódicamente los expedientes.
- TrabajadoresNo posterguen este trámite. Legalicen su declaración ante notario y entréguenla cuanto antes. Es un gesto de amor hacia su familia y una garantía de tranquilidad para todos.
Una firma legalizada puede marcar la diferencia entre una gestión rápida y un doloroso trámite judicial. Cumplir con la legalización de la declaración jurada no solo es un deber legal, sino un acto de responsabilidad y previsión.